Lengua Materna Tercer Grado grupo B
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Semana: 24-28 Agosto 2020
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El hereje rebelde.
Óscar de la Borbolla
En el verde césped del edén, célebre sede de creyentes, el
decente Efrén se estremece. Tres deberes del mes lee en el templete del
regente: «Defender el vergel del Hereje Rebelde, tener fe en el celeste Jefe de
tez perenne, ser excelente». El membrete del Jefe es esplendente, se ve de
kermés. Esther se embellece enfrente de Efrén: es de temple terrestre, cree
levemente en el deber, el degenere en vez de repelerle le vence. Se ven
brevemente, temen se decrete el envejecer, se envenene el éter, se cercene
gente, se eleve el jerez. Desde el estrés del Jefe el edén decrece, el
excedente le pertenece, se ejercen leyes dementes, se debe beber detergente en
vez de leche, ser pelele, ser pedestre, ser deferente; es menester entretenerse
en tejer redes, en prender rebeldes. En el Este, trece rehenes perecen de sed;
en el frente fenecen de herpes, de peste. El edén se ennegrece, se pretende
reprender herejes, perderles. —¡Eh, Esther, ven!, relee el deber. El Jefe se
excede. —¿Prevés el tren del semestre?… Me enteré del brete de gente decente en
el Este: nenes, bebés perecen. El clemente es el Hereje Rebelde: desprende el
ente del creer, mete el entender, cede excelentes mercedes. El Rebelde merece
el belvedere… —Esther, eres efervescente. Ten en mente el menester del Jefe, es
rete vehemente, de repente crece, reverdece, expele seres… —Ese vejete me
prende. Es jefe, regente, gerente. Perennemente deberes: «llévenme el neceser»,
«llénenme de peces», «repten», «trepen», «dejen de verme», «récenme preces»,
«enderécense», «respétenme», «festéjenme», «perseveren», «refrénense»,
«esperen», Preferentemente «esperen», «vegeten», «déjense». Se cree el Ser, el
Tres Reyes; es el jején del edén. —¡Esther! ¡Detente! ¿Pretendes descreer de
Él? —¡Efrén, temerle es endeblez! ¡El presente debe ser del Rebelde! Él es
terrestre, es el envés del Jefe. De Él es ese «dejen de depender», ese
«mézclense», ese «bésense», ese «deséense». El entender debe extenderse.
—¡Esther, se te mete el Rebelde! —¡Emerge Efrén!, eres decente. Despréndete de
ese telele, es memez de bedel. Ve de frente, mereces se te respete, se te deje
beber, expeler semen, tenderte en el césped. Mereces se te revele el ser del
éter celeste, se te eleve, se te deje emprender. El emprender es el eje del
entender… —Efrén se mece: es el deber del Jefe enfrente del descreer rebelde;
teme le deshereden, le echen del edén, le fleten de res, le llenen de herretes;
Esther le embebe, se mete en él, le vence: «Tenerme en el césped… tenerme tres,
trece veces… excederte… es… es… excelente, Efrén». De repente del éter emerge
del celeste Jefe: «¡Ejem! ¡Dejen de entenebrecerme, seres febles! ¡Vermes!
Refléjenme, venérenme, échense, desesperen. Les generé de heces en el retrete
del desdén, les presté el verde edén. Les exenté de fenecer. Les estrellé el
éter. Les enderecé el pesebre. Les enseñé el deber… ¡Me entenebrecen, seres
herejes, les perderé! ¡Recelen! Efrén, desde este mes debes merecer el jerez.
Te meteré vehemente sed. Este deber te merme, te reste, te cercene… Esther,
eres gente terrestre, plebe de rebelde, te he de vencer. El degenere te preñe,
el bebé te fermente, te prense estrecheces, te encrespe, te desmelene. Desde el
belén, Efrén te despeche, te cele, te frene…» El Jefe les expele, les mete
reveses dementes, el eje del edén cede, el templete se estremece, el verde se
desprende, se ennegrece el vergel. Se les ve perder el esplendente ser: Esther
envejece, Efrén le precede. El brete es de meses, de repente entrevén en el
célere presente encenderse el éter: es el Rebelde. —¡Esther, Efrén, espérenme!…
Serénense… Desenrédense de ese temple, peleen. Es menester se despejen; perder
el edén es el destete. El Jefe es endeble. Dejen de temerle, es celeste,
depende del creer, del tenerle fe… ¿Preñes?, ¡éjele!, entérense: se prevé…
¿Merecer el jerez?, ¡éjele! Se emprende… de este enser emerge excelente jerez…
Estrenen el entender rebelde, creen enseres. Eleven este terrestre edén,
céntrense en él. Es breve este entremés. Embelésense, deséense, desde este mes
se pertenecen, les pertenece el excedente, llénense, bésense, rebélense. ¡Es
menester vencer!
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